Consideremos todos, hermanos -escribe Francisco en su Regla-, lo que dice el Señor: Amad a vuestros enemigos y haced el bien a los que os odian, porque nuestro Señor Jesucristo, cuyas huellas debemos seguir, llamó amigo a quien lo traicionaba y se ofreció espontáneamente a quienes lo crucificaron (1 R 22,1-2).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
Es muy dificil amar al enemigo, pero con no hacerle el mal y ser cordial es un buen comienzo. Paso a paso y con la ayuda de Dios todas las heridas se curan.
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