domingo, 29 de julio de 2012

La Oración, desarrollo de la «Vide de Penitencia» 
(III)

Por Kajetan Esser - Engelbert Grau, OFM

Aplicaciones (I)

Francisco es maestro para sus seguidores no sólo en lo tocante a los puntos fundamentales, las condiciones y las actitudes de la oración, sino que también les transmite importantes indicaciones para su misma oración práctica.

1. La mayor parte de las oraciones que nos han llegado de Francisco son oraciones de glorificación y de alabanza. Exhorta una y otra vez a alabar y glorificar al Altísimo. Alabar y glorificar a Dios «por sí mismo» es lo más sublime que puede y debe hacer el hombre. Toda la vida del franciscano debe ser precisamente un cántico constante de alabanza a Dios y debe estimular a todos los hombres a esta alabanza del Señor: «Tal debería de ser el comportamiento de los hermanos entre los hombres -decía Francisco-, que cualquiera que los oyera o viera, diera gloria al Padre celestial y le alabara devotamente» (TC 58). Para ello es esencialmente necesario que esta alabanza divina encuentre de continuo su expresión inmediata en la oración. La repetida exhortación del santo fundador a esta clase de oración debe constituir un deber para sus hermanos y hermanas.

Pensamiento Franciscano

En su Testamento dice santa Clara a las hermanas: «Amándoos mutuamente con la caridad de Cristo, mostrad exteriormente por las obras el amor que tenéis interiormente, para que, estimuladas por este ejemplo, las hermanas crezcan siempre en el amor de Dios y en la mutua caridad» (TestCl 59-60).

miércoles, 25 de julio de 2012

La Oración, desarrollo de la «Vida de Penitencia» (II)

Por Kajetan Esser - Engelbert Grau, OFM

Francisco, maestro de oración (I)

Ya los primeros hermanos pidieron encarecidamente a san Francisco que «les enseñara a orar». Francisco aceptó seriamente esta petición y se volcó a la tarea de educar a sus hermanos en la oración vocal y mental, invitándoles a dedicarse con celo a la oración desinteresada. En las Reglas les inculcó repetidamente este deber: «Por eso, los siervos de Dios deben perseverar siempre en la oración o en alguna obra buena» (1 R 7,12). Dado que el trabajo, sin excluir el manual, ocupaba un gran papel en la vida de los Hermanos Menores y, por ello, existía el riesgo de que los hermanos se perdieran en sus ocupaciones, malogrando con ello la unión viva con Dios, Francisco determinó en la Regla definitiva la exhortación áurea, valedera para siempre, que Clara transcribió para sus hermanas: «Los hermanos a quienes el Señor ha dado la gracia de trabajar, trabajen fiel y devotamente, de tal suerte que, desechando la ociosidad, enemiga del alma, no apaguen el espíritu de la santa oración y devoción, al cual las demás cosas temporales deben servir» (2 R 5,1-2; RCl 7).

Pensamiento Franciscano

San Francisco escribió a todos los fieles: «Amemos a Dios y adorémoslo con corazón puro y mente pura, porque Él mismo, buscando esto sobre todas las cosas, dijo: Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad» (2CtaF 19).

martes, 24 de julio de 2012

La oración, desarrollo de la «Vida de Penitencia» (I)

Por Kajetan Esser - Engelbert Grau, OFM

Francisco, hombre de oración

Fiel seguidor de Cristo, san Francisco se esforzó por conformar en todo su vida a la del Señor, también en la oración. Por eso fue un hombre de oración y su vida fue un modelo de comunión con el Dios Altísimo. Más aún, a requerimiento de sus hermanos, él supo enseñarles este "arte" maravilloso, tanto en sus líneas esenciales como en sus detalles prácticos.

Pensamiento Franciscano

San Francisco decía y repetía a sus hermanos: «Tanto sabe el hombre cuanto obra; y tanto sabe obrar un religioso, cuanto practica». Cómo si dijera: Al buen árbol no se le conoce sino por sus frutos (LP 105).

domingo, 22 de julio de 2012

Pensamiento Franciscano

De la primera Regla de san Francisco: «Y mis hermanos benditos, tanto clérigos como laicos, confiesen sus pecados a sacerdotes de nuestra religión. Y si no pueden, confiésenlos a otros sacerdotes discretos y católicos, sabiendo firmemente y considerando que, de cualquier sacerdote católico que reciban la penitencia y absolución, serán sin duda alguna absueltos de sus pecados, si procuran cumplir humilde y devotamente la penitencia que les haya sido impuesta» (1 R 20,1-2)

sábado, 21 de julio de 2012

El Evangelio de San Francisco:
Pobreza y Alegría (III)

Por Victoriano Casas García, OFM

«Cuanto es el hombre delante de Dios, tanto es y no más»

No guardar nada para uno mismo, no aparentar lo que uno no es, no buscar estar sobre los demás, reconocer y aceptar las propias carencias y limitaciones, todo esto es señal de una gran libertad interior. El hombre se reconoce y se acepta tal cual es sólo ante la presencia y transparencia de Dios: «Bienaventurado el siervo de Dios que no se tiene por mejor cuando es engrandecido y exaltado por los hombres, que cuando es tenido por vil, simple y despreciado, porque cuanto es el hombre delante Dios, tanto es y no más» (Adm 19,2). La libertad la vive el hombre en el amor que Dios le tiene y en la obediencia confiada con que se entrega a Él.

Pensamiento Franciscano

«Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas por toda criatura, mi Señor...
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor» (Cánt 1-3.14).

viernes, 20 de julio de 2012

El Evangelio de San Francisco: Pobreza y Alegría (II)

Por Victoriano Casas García, OFM

La alegría y generosidad de Francisco

La alegría junto con la pobreza son las dos características espirituales de la concepción franciscana de la vida. Francisco fue un joven «alegre y generoso» (TC 2). La simplicidad es la fuente de donde bebe su agua el gozo profundo y permanente, que es el rostro puro de la alegría. Y Francisco fue un hombre simple, a la vez que dotado de una intensa emotividad: gozaba con una flor, temía ser incomprendido, tenía una sensibilidad extremadamente vulnerable, manifestaba antipatías y simpatías, con gusto se mostraba compasivo y servicial, era siempre veraz y auténtico, dispuesto siempre a dar a todo aquel que le pidiese por amor de Dios. Alegre, jovial, espontáneo en sus reacciones y firme en sus decisiones tomadas.

Pensamiento Franciscano

Dice el Apóstol: La letra mata, pero el espíritu vivifica. Y comenta san Francisco: «Son matados por la letra aquellos que únicamente desean saber las palabras solas, para ser tenidos por más sabios y poder adquirir riquezas. Y son vivificados por el espíritu de la divina letra aquellos que no se la apropian, sino que, con la palabra y el ejemplo, la devuelven al altísimo Señor Dios, de quien es todo bien» (Adm 7).

jueves, 19 de julio de 2012

El Evangelio de San Francisco: Pobreza y Alegría (I)

Por Victoriano Casas García, OFM

Conmovido y seducido por la pobreza de Cristo pobre

Los movimientos pauperistas del tiempo de Francisco veían el paradigma de su vida pobre en la vida de los apóstoles y la de la primitiva comunidad de Jerusalén. Francisco, en cambio, tenía ante sus ojos, sobre todo, la vida pobre de Cristo pobre. Esto es lo que conmovió e impresionó a este joven burgués y rico. Lo «alcanzó» tanto que en él produjo un profundo sentimiento de participación emocional y cordial.

Oración de su S.S. Juan Pablo II “Consagración a la Virgen del Carmen"

Santuario Nacional de Maipú, 3 de abril de 1987

1. Te bendecimos, ¡oh Dios nuestro!, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
porque elegiste a María, desde antes de la creación del mundo,
para ser santa e inmaculada ante Ti por el amor. 
En previsión de los méritos de Cristo, 
la redimiste y constituiste Madre del mismo Redentor. 
Por virtud del Espíritu Santo hiciste de Ella para siempre 
templo de tu gloria, una nueva criatura, 
primicia de la nueva humanidad. 
¡Bendito seas por siempre, Señor!

Pensamiento Franciscano

Dice san Francisco: «Todos aquellos y aquellas que no viven en penitencia, y no reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y se dedican a vicios y pecados, y que andan tras la mala concupiscencia y los malos deseos de su carne, y no guardan lo que prometieron al Señor, y sirven corporalmente al mundo con los deseos carnales y las preocupaciones del siglo y los cuidados de esta vida: Apresados por el diablo, cuyos hijos son y cuyas obras hacen, están ciegos, porque no ven la verdadera luz, nuestro Señor Jesucristo. No tienen la sabiduría espiritual, porque no tienen al Hijo de Dios, que es la verdadera sabiduría del Padre» (1CtaF II,1-8).

domingo, 15 de julio de 2012

Doctrina y Mística de San Buenaventura


Pistas de Reflexión del discurso de S.S. Benedicto XVI
en Bagnoregio el 6 de septiembre de 2009

Queridos hermanos y hermanas:

Del rico patrimonio doctrinal y místico de san Buenaventura me limito esta tarde a sacar alguna «pista» de reflexión, que podría resultar útil para el camino pastoral de vuestra comunidad diocesana. Fue, en primer lugar, un incansable buscador de Dios desde que estudiaba en París, y siguió siéndolo hasta la muerte. En sus escritos indica el itinerario a recorrer. «Puesto que Dios está en lo alto -escribe- es necesario que la mente se eleve a él con todas las fuerzas». Traza así un camino de fe arduo, en el que no basta «la lectura sin la unción, la especulación sin la devoción, la búsqueda sin la admiración, la consideración sin la alegría, la diligencia sin la piedad, la ciencia sin la caridad, la inteligencia sin la humildad, el estudio sin la gracia divina, el espejo sin la sabiduría divinamente inspirada» (Itinerarium).

San Buenaventura


Obispo y doctor de la Iglesia. Nació hacia el año 1218 en Bagnoregio, junto a Viterbo (Italia). Se dice que de niño había sido curado de una grave enfermedad por intercesión de san Francisco. De joven ingresó en la Orden franciscana. Estudió filosofía y teología en París y, obtenido el doctorado, las enseñó en la misma Universidad. Junto con santo Tomás reivindicó el derecho de los mendicantes a la docencia y al apostolado. Elegido general de su Orden en 1257, la gobernó con prudencia y sabiduría, convirtiéndose en una especie de segundo fundador. Nombrado obispo y cardenal de la diócesis de Albano, trabajó con gran empeño en la unión de las Iglesias de Oriente y de Occidente en el Concilio II de Lyón, ciudad en la que murió el 15 de julio de 1274. Nos legó numerosas obras teológicas y filosóficas, espirituales y místicas, luminosas y llenas de unción, que le merecieron el título de Doctor Seráfico. En la historia franciscana ha sido de particular importancia su «Leyenda mayor», biografía oficial de san Francisco, en la que se inspiró Giotto.

Oración: Dios todopoderoso, concede a cuantos hoy celebramos la fiesta de tu obispo san Buenaventura la gracia de aprovechar su admirable doctrina e imitar los ejemplos de su ardiente caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Pensamiento Franciscano


De una oración solemne de san Francisco: «Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, Padre santo y justo, por ti mismo te damos gracias, porque, por tu santa voluntad y por medio de tu único Hijo con el Espíritu Santo, creaste todas las cosas espirituales y corporales, y a nosotros, hechos a tu imagen y semejanza, nos pusiste en el paraíso» (1 R 23,1).

sábado, 14 de julio de 2012

Pensamiento Franciscano


«Ahora -decía san Francisco a sus hermanos-, después que hemos dejado el mundo, no tenemos ninguna otra cosa que hacer sino seguir la voluntad del Señor y agradarle a él. Guardémonos mucho de ser terreno junto al camino, o rocoso o espinoso, según lo que dice el Señor en el Evangelio: La semilla es la palabra de Dios, y la que cayó junto al camino...» (1 R 22,9-12).

lunes, 9 de julio de 2012

La vida del Evangelio 
(V)


Por Julio Micó, OFMCap

Jesús, el Siervo sufriente

El que se atreve a seguir a Jesús por el camino de las Bienaventuranzas no queda impune. El poder diabólico del mal no perdona, como tampoco le perdonó a Él, que pretendamos salir del círculo de su influencia (1 R 22,19). Por eso, el seguimiento evangélico debe contar con el hecho de la cruz como una consecuencia más de la opción tomada. El misterioso Siervo sufriente de Isaías (Is 42,1ss) tomó carne en Jesús. Las palabras que el Padre le dirigió en el momento en que era bautizado por Juan, «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco» (Mc 1,11), configuran la vocación de Jesús como tarea y misión del siervo sufriente, solidarizándose con los miserables y pecadores, con todos los malvados de la tierra, para sufrir por ellos y en lugar de ellos (Is 53,12). Pero el Padre, al resucitar a Jesús, nos mostró que el mal, causante de sufrimientos y de muerte, no es lo más poderoso ni lo definitivo, ya que más allá de todo eso está Él con su voluntad amorosa de hacer del hombre su propia gloria.

Pensamiento Franciscano

De las Admoniciones de san Francisco: «El siervo de Dios no puede conocer cuánta paciencia y humildad tiene en sí, mientras todo le suceda a su satisfacción. Pero cuando venga el tiempo en que aquellos que deberían causarle satisfacción, le hagan lo contrario, cuanta paciencia y humildad tenga entonces, tanta tiene y no más» (Adm 13).

domingo, 8 de julio de 2012

La vida del Evangelio (IV)

Por Julio Micó, O.f.m.Cap.

Las Bienaventuranzas

Los textos evangélicos de misión son ciertamente configuradores del movimiento franciscano. Pero existe más allá de ellos un sustrato que explica su talante y su conducta, y que no es otro más que el espíritu de las Bienaventuranzas. Sobre todo las Admoniciones de Francisco son un ejemplo, detallado y sutil, de este espíritu que resulta incomprensible para el que no lo vive desde dentro. Las Bienaventuranzas resultan escandalosas porque describen al hombre nuevo que nos ofrece Jesús completamente enfrentado con el proyecto de hombre que nosotros nos hemos forjado; de ahí que aceptar la confrontación, tomando como árbitro el texto de las Bienaventuranzas, ponga a prueba la calidad de nuestra fe.

Pensamiento Franciscano


De las Admoniciones de san Francisco: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Hay muchos que perseveran en oraciones y oficios divinos, y hacen muchas abstinencias y mortificaciones corporales, pero, por una sola palabra que les parezca injuriosa para sus cuerpos o por alguna cosa que se les quite, escandalizados, enseguida se perturban. Estos no son pobres de espíritu» (Adm 14).

sábado, 7 de julio de 2012

La vida del Evangelio (III)

Por Julio Micó, o.f.m.Cap.

Adorar al Señor Dios

No cabe duda de que nuestra cultura se caracteriza por ser antropocéntrica, es decir, que el hombre es la medida de todas las cosas. De ahí que al hablar de experiencia de Dios pongamos inmediatamente el acento en nuestra percepción subjetiva. Este sentimiento no sólo existe a niveles espontáneos y coloquiales, sino que se ha estructurado de forma científica en la llamada fenomenología de la religión.

Pensamiento Franciscano

En su Regla, dice Francisco a sus hermanos: «Guardémonos mucho de la malicia y sutileza de Satanás, que quiere que el hombre no tenga su mente y su corazón dirigidos a Dios. Y, dando vueltas a su alrededor, desea llevarse el corazón so pretexto de alguna merced o ayuda, y sofocar en su memoria la palabra y preceptos del Señor, queriendo cegar el corazón por medio de los negocios y cuidados del siglo, y habitar él allí» (1 R 22,19-20).

jueves, 5 de julio de 2012

La Vida del Evangelio (II)

Por Julio Micó, o.f.m.Cap.

Cómo vivió san Francisco en Evangelio

Francisco era un hombre práctico. Si había optado por el Evangelio no era sólo para conocerlo intelectualmente, sino sobre todo para practicarlo. Pero a la hora de saber qué tipo de evangelismo fue el vivido por Francisco, habrá que preguntarse también desde dónde lo vivió o desde qué imagen lo actuó.

Pensamiento Franciscano

Dice san Francisco en su Regla: «Amemos todos con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con toda la fuerza y fortaleza, con todo el entendimiento, con todas las fuerzas, con todo el esfuerzo, con todo el afecto, con todas las entrañas, con todos los deseos y voluntades al Señor Dios, que nos dio y nos da a todos nosotros todo el cuerpo, toda el alma y toda la vida, que nos creó, nos redimió y por sola su misericordia nos salvará; que a nosotros..., ingratos y malos, nos hizo y nos hace todo bien» (1 R 23,8).

lunes, 2 de julio de 2012

La Vida del Evangelio (I)

Por Julio Micó, o.f.m.cap.

El evangelismo de san Francisco

Al identificar y valorar la experiencia espiritual de Francisco solemos recurrir a determinados tópicos, tales como la pobreza, la alegría, la familiaridad con la naturaleza, etc., que, si bien satisfacen la curiosidad de una fe superficial y descomprometida, no reflejan del todo lo que realmente supuso para él encontrarse con ese Dios vivo que le cercó y fascinó hasta conseguir que lo siguiera por el camino del Evangelio.

Pensamiento Franciscano

Dice san Francisco en su primera Regla: -Los hermanos muestren por las obras el amor que se tienen mutuamente, como dice el Apóstol: No amemos de palabra y de boca, sino de obra y de verdad. Y a nadie difamen. No murmuren, no denigren a otros. Y sean modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. No juzguen, no condenen. Y, como dice el Señor, no consideren los pecados mínimos de los otros; al contrario, recapaciten más bien en los suyos propios con amargura de su alma (cf. 1 R 1,6-12).

domingo, 1 de julio de 2012

Intenciones de Oración del Papa para el mes de Julio 2012


La intención general del Apostolado de la Oración del Papa para el mes de Julio es:

"Para que todos tengan trabajo y lo puedan desempeñar en condiciones de estabilidad y seguridad"

Su intención misionera es:

"Para que los voluntarios cristianos presentes en territorios de misión sepan dar testimonio de la caridad de Cristo"