domingo, 30 de septiembre de 2012

San Francisco de Asís 1181-1226 (II)


Por Jacques Vidal, OFM

3. Misión

Francisco de Asís envió muy pronto a sus frailes a anunciar el evangelio en la península italiana y luego en diversos países de Europa. Él mismo viajó a Oriente. La expansión apostólica es una de las tareas de la orden. Ésta, como las otras familias espirituales, se adaptó a las diferencias culturales y religiosas al servicio de una verdad que hace a los hombres libres en Jesucristo. Tal exigencia, ligada al estado de un mundo en vías de unificación, reclama la experiencia franciscana de unidad y de fraternidad y la hace oportuna. Francisco de Asís se encuentra hoy en la encrucijada del diálogo y de la colaboración entre culturas y religiones.

Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo


San Jerónimo, Prólogo al Comentario
sobre el libro del profeta Isaías (núms. 1. 2)

Cumplo con mi deber obedeciendo los preceptos de Cristo, que dice: Estudiad las Escrituras, y también: Buscad, y encontraréis, para que no tenga que decirme, como a los judíos: Estáis muy equivocados, porque no comprendéis las Escrituras ni el poder de Dios. Pues si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo.

Pensamiento Franciscano


Celano dice de san Francisco: «Leía a veces en los libros sagrados, y lo que confiaba una vez al alma le quedaba grabado de manera indeleble en el corazón. La memoria suplía a los libros; que no en vano lo que una vez captaba el oído, el amor lo rumiaba con devoción incesante. Decía que le resultaba fructuoso este método de aprender y de leer y no el de divagar entre un millar de tratados. Y aseguraba que quien, en el estudio de la Escritura, busca con humildad, sin presumir, llegará fácilmente del conocimiento de sí al conocimiento de Dios» (2 Cel 102).

sábado, 29 de septiembre de 2012

Pensamiento Franciscano


De la carta de san Francisco a los fieles: «El altísimo Padre anunció desde el cielo, por medio de su santo ángel Gabriel, que enviaría su Palabra, tan digna, tan santa y gloriosa, al seno de la Virgen María, y de él recibió la verdadera carne de nuestra humanidad y fragilidad. Él, siendo rico, quiso elegir, con la bienaventurada Virgen, su Madre, la pobreza en el mundo» (2CtaF 4-5).

viernes, 28 de septiembre de 2012

San Francisco de Asís 1181-1226 (I)


Por Jacques Vidal, OFM

Esta figura de la santidad cristiana constituye un hito decisivo en la historia, irradia una gran autoridad y lleva consigo el fruto de la paz. Ello se debe sobre todo a la sencillez de su mensaje, y también a su universalidad. Toda persona preocupada por el sentido del universo puede reconocer en él una parte de su propia profundidad referida a la profundidad de Dios.

Pensamiento Franciscano


De la carta de san Francisco a los Fieles: Jesús pidió al Padre en Getsemaní que pasara de él el cáliz de la pasión; puso, sin embargo, su voluntad en la voluntad del Padre. «Y la voluntad del Padre fue que su Hijo bendito y glorioso, que él nos dio y que nació por nosotros, se ofreciera a sí mismo por su propia sangre como sacrificio y hostia en el ara de la cruz; no por sí mismo, por quien fueron hechas todas las cosas, sino por nuestros pecados, dejándonos ejemplo, para que sigamos sus huellas» (2CtaF 11-13).

jueves, 27 de septiembre de 2012

San Vicente de Paúl


Nació en Pouy, distrito de Tarbes (Mediodía-Pirineos, Francia) el año 1581, en el seno de una familia de humildes labriegos. Después de estudiar en Dax, Zaragoza y Toulouse, fue ordenado de sacerdote a los 19 años de edad. Lleno de espíritu sacerdotal, en cualquier persona que sufriera veía el rostro de su Señor. Capturado por los piratas turcos cuando navegaba de Marsella a Narbona, fue vendido como esclavo en Túnez. Liberado y vuelto a su patria, ejerció de párroco en París, entregándose al servicio de los pobres, y, luego, de capellán en las galeras, atendiendo con solicitud a los remeros galeotes. A raíz de sus experiencias como párroco en zonas rurales, fundó la Congregación de la Misión (Padres Paúles), destinada sobre todo al servicio de los campesinos pobres y a la formación del clero. Fundó también, con la colaboración de santa Luisa de Marillac, la Compañía de las Hijas de la Caridad. Murió en París el 27 de septiembre de 1660. León XIII lo proclamó patrono de las obras de caridad.

Oración: Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl para que entregara su vida al servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que, impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.  Amén.

El servicio a los pobres ha se ser preferido a todo


San Vicente de Paúl, Carta 2.546

Nosotros no debemos estimar a los pobres por su apariencia externa o su modo de vestir, ni tampoco por sus cualidades personales, ya que, con frecuencia, son rudos e incultos. Por el contrario, si consideráis a los pobres a la luz de la fe, os daréis cuenta de que representan el papel del Hijo de Dios, ya que él quiso también ser pobre. Y así, aun cuando en su pasión perdió casi la apariencia humana, haciéndose necio para los gentiles y escándalo para los judíos, sin embargo, se presentó a éstos como evangelizador de los pobres: Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres. También nosotros debemos estar imbuidos de estos sentimientos e imitar lo que Cristo hizo, cuidando de los pobres, consolándolos, ayudándolos y apoyándolos.

Pensamiento Franciscano


De la "Leyenda de los tres compañeros": «Un día en que Francisco invocaba con más fervor la misericordia de Dios, le manifestó el Señor que en breve se le diría lo que había de hacer... A los pocos días, cuando se paseaba junto a la iglesia de San Damián, percibió en espíritu que le decían que entrara a orar en ella. Luego que entró se puso a orar fervorosamente ante una imagen del Crucificado, que piadosa y benignamente le habló así: "Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y repárala". Y él, con gran temblor y estupor, contestó: "De muy buena gana lo haré, Señor"» (TC 13).

martes, 25 de septiembre de 2012

La vía de la conversión en San Francisco (II)


«El Señor me llevó entre los leprosos»

Por Lázaro Iriarte, OFMCap

La Experiencia Suprema

La Vida I de Celano nos describe a Francisco, ebrio de gozo por la libertad nueva que ahora [después de la renuncia hecha ante el obispo] gustaba su espíritu, pregonando su dicha en francés bosque adelante; los ladrones lo arrojan en una hoya de nieve; se levanta y sigue cantando con mayor gozo las alabanzas del Creador. Va a pedir trabajo a una abadía, y allí tiene que probar desnudez y hambre, en tal grado, que se ve precisado a tentar mejor acogida en otra parte. En Gubbio un amigo le proporciona el vestido indispensable; por fin, sigue el biógrafo, «se trasladó a los leprosos; vivía con ellos, sirviéndoles a todos con suma diligencia por Dios; lavábales las llagas pútridas y se las curaba» (1 Cel 17; LM 2,6).