Dice
san Francisco en su Regla: -El espíritu del Señor, al contrario del espíritu de
la carne, se aplica con empeño a la humildad y la paciencia y a la pura y simple
y verdadera paz del espíritu. Y siempre desea, sobre todas las cosas, el temor
divino y la sabiduría divina y el amor divino del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo (1 R 17,14-16).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
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