Son los hermanos de Marta y formaban la familia de Betania tan querida y tan frecuentada por Jesús. El Evangelio de san Juan (Jn 11) narra extensamente la resurrección de Lázaro realizada por Cristo. Ante la muerte de su amigo, Jesús lloró, y los judíos comentaron: «Mirad cómo le quería» (Jn 11,36). A lo que nos dicen los evangelios, se han añadido multitud de leyendas, como la de hacerlo obispo de Marsella, u obispo y mártir de Chipre. Sobre María de Betania los evangelios traen momentos de gran intensidad espiritual, como su diálogo con Jesús momentos antes de la resurrección de Lázaro (Jn 11,28ss), o cuando María ungió los pies de Jesús en Betania antes de la Pasión (Jn 12,1ss), o la escena en que María, también en Betania, estaba sentada a los pies del Señor escuchando su palabra y, cuando Marta se quejó de que su hermana no la ayudaba, Jesús acabó diciéndole: «María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán» (Lc 10,38ss).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
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