Rubén Antonio González Medina, cmf.
Obispo de Diócesis de Caguas
Dios ha amado tanto a la humanidad que decidió desposarse con ella, por eso, eligió una Virgen hebrea, a María de Nazaret. Fruto de ese amor por la humanidad, nació el MESIAS, Jesús, el Dios con nosotros, a quien reconocemos como el Hijo del Dios bendito, El Salvador.
Desde entonces Dios y el ser humano ya nunca pueden estar lejos. Dios y la humanidad se han unido tan profundamente que no se oponen, sino que se suman.
La Navidad es el SI de Dios al ser humano. El Si de Dios a cada mujer y cada hombre que se siente solo y abandonado. El SÍ de Dios a su pueblo y a todos los pueblos de la tierra. No hay que tener miedo, porque El Emanuel, el Dios con nosotros, el Dios hecho hombre, ha puesto su casa en medio del pueblo, vive entre nosotros como un vecino más , camina junto a nosotros, sus palabras iluminan y dan fortaleza, llenan de esperanza y transforman nuestros corazones.
Al Celebrar la Navidad recordemos; “Que el Verbo de Dios, haciéndose carne en Jesucristo, se hizo también historia y cultura”. Benedicto XVI.
Se parte de esta historia, de esta cultura, promoviendo a partir de la Navidad y durante todo este Nuevo Año una Campaña de Respeto y Paz, que retome la importancia de los valores de la verdad, justicia, amor y libertad como medios para obtener el bien común, y así logremos “que la renovación de la vida pública de nuestro pueblo esté ligada a un efectivo respeto de estos valores” .
Que la celebración de la Navidad y la llegada del Nuevo Año te motiven anunciar con tu vida, que el amor y la paz se hacen presentes, donde hay personas como tú y como yo, que nos decidimos a marcar la diferencia. No lo dudes. Porque juntos decidimos avanzar, por un Puerto Rico, donde reine el respeto y la paz.
P. Rubén A. González Medina, c.m.f.
Obispo de la Diócesis de Caguas
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