Cierto
día, cuando paseaba Francisco junto a la iglesia de San Damián, percibió en
espíritu que le decían que entrara a orar en ella. Luego que entró se puso a
orar fervorosamente ante una imagen del Crucificado, que piadosa y benignamente
le habló así: «Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y
repárala». Y él, con gran temblor y estupor, contestó: «De muy buena gana lo
haré, Señor» (TC 13).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
jueves, 25 de abril de 2013
miércoles, 24 de abril de 2013
Pensamiento Franciscano
Del Testamento de
santa Clara: «Entre los otros beneficios que hemos recibido y recibimos cada
día de nuestro espléndido benefactor el Padre de las misericordias, y por los
que más debemos dar gracias al Padre glorioso de Cristo, está el de nuestra
vocación, por la que, cuanto más perfecta y mayor es, más y más deudoras le
somos. Por lo cual dice el Apóstol: Reconoce tu vocación» (TestCl 2-4).
sábado, 20 de abril de 2013
Pensamiento Franciscano
Dice san
Francisco en su Admonición sobre la paz: «Bienaventurados los pacíficos,
porque serán llamados hijos de Dios (Mt 5,9). Son verdaderamente
pacíficos aquellos que, con todo lo que padecen en este siglo, por el amor de
nuestro Señor Jesucristo, conservan la paz en el alma y en el cuerpo» (Adm 15).
viernes, 19 de abril de 2013
Pensamiento Franciscano
Dice san
Francisco en su Carta a los fieles: «Aquel a quien se ha encomendado la
obediencia [la autoridad] y es tenido como el mayor, sea como el menor y siervo
de los otros hermanos. Y haga y tenga para con cada uno ellos la misericordia
que querría se le hiciera a él, si estuviese en un caso semejante. Y no se
irrite contra el hermano por el delito del mismo, sino que, con toda paciencia
y humildad, amonéstelo benignamente y sopórtelo» (2CtaF 41-44).
martes, 16 de abril de 2013
Pensamiento Franciscano
San
Francisco cierra su Testamento con esta bendición: -Todo el
que guarde estas cosas [la Regla], en el cielo sea colmado de la bendición del
altísimo Padre y en la tierra sea colmado de la bendición de su amado Hijo con
el santísimo Espíritu Paráclito y con todas las virtudes de los cielos y con
todos los santos. Y yo, el hermano Francisco, pequeñuelo, vuestro siervo, os
confirmo, todo cuanto puedo, por dentro y por fuera, esta santísima bendición
(Test 40-41).
Aprobación de la Primera Regla Franciscana
En 1209,
san Francisco hizo escribir la "forma de vida" o regla que el Señor
le había inspirado y que se componía sobre todo de breves fragmentos
evangélicos. En la primavera de aquel mismo año, el Santo y sus once primeros
compañeros se trasladaron a Roma y obtuvieron del papa Inocencio III que se la
aprobara verbalmente, con lo que nacía en la Iglesia un nuevo género de vida,
una nueva Orden. San Francisco, en su Testamento, relata así el acontecimiento:
«Y después que el Señor me dio hermanos, nadie me ensañaba qué debería hacer,
sino que el Altísimo mismo me reveló que debería vivir según la forma del santo
Evangelio. Y yo hice que se escribiera en pocas palabras y sencillamente, y el
señor Papa me lo confirmó». Recordando ese hecho trascendental, la familia de
san Francisco renueva el 16 de abril su profesión en la vida franciscana.
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