sábado, 23 de junio de 2012

Juan el Bautista

Por P. Rubén Antonio González Medina, c.m.f., Obispo de la Diócesis de Caguas


A todos los boricuas la figura de San Juan el Bautista no es bien familiar. Nuestra Capital lleva su nombre. Bíblicamente conocemos que el  era  hijo del Sacerdote  Zacarías e Isabel. Por línea materna, era  primo de Jesús.

Juan fue llamado a ser el profeta que preparó más inmediatamente el camino a Cristo.  Como buen profeta no habla sus palabras... sino las de Dios. No intentó convertir a los demás a su persona, sino a Dios. No querría deslumbrar, aparecer en primer plano, ser tenido por el Salvador. Sino su humilde servidor  "a quien no merecía ni siguiera desatarle las sandalias"´. Fue un hombre audaz que no tuvo miedo de decir siempre la verdad. Se mostró humilde en todo y, cuando tuvo la oportunidad de dar a conocer al Salvador, lo ensalzó con sus palabras y sus gestos.

Juan, el profeta del desierto nos da ejemplo de austeridad y  moderación en sus vestidos y en la comida. El tiempo para él era bastante más que un instrumento para ganar dinero; era la oportunidad de escuchar y anunciar la palabra de Dios  a los hombres y mujeres y de enseñarles a  compartir sus riquezas para  vivir en alianza.

Por eso, la celebración de su nacimiento, nos hace hacer en la cuenta de que la misión profética a la que  hemos sido llamados  por  el Bautismo y la Confirmación; nos ha constituido en profetas, portavoces de Dios en el mundo. Con la misión de anunciar con audacia en cualquier circunstancia y lugar el Evangelio.

Hoy más que nunca se necesitan hombres y mujeres que no le teman a la muerte, que no se dejen vencer por las dificultades, la persecución, la marginación. Hombres y mujeres que con firmeza y decisión, continúen ejerciendo su tarea profética. Para que discerniendo donde está el camino de la verdad y la vida; levanten sus voces en los espacios sociales de nuestro pueblo, en  favor de los excluidos de la sociedad. Necesitamos  hombres y mujeres, que como Juan el Bautista,  no tengan miedo de dar la vida... ¿Te animas? No lo dudes...  recuerda que si te lanzas...  el Señor será tu fortaleza.


Rubén A. González Medina, cmf
Obispo de la Diócesis de Caguas

No hay comentarios.:

Publicar un comentario