Oración: Dios todopoderoso y eterno, tú que has dado a tu
pueblo en la persona de san Antonio de Padua un predicador insigne y un
intercesor poderoso, concédenos seguir fielmente los principios de la vida
cristiana, para que merezcamos tenerte como protector en todas las
adversidades. Por Jesucristo, nuestro Señor
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
miércoles, 13 de junio de 2012
San Antonio de Padua
Nació en Lisboa a
finales del siglo XII. Muy joven ingresó en los Canónigos Regulares de San
Agustín en Lisboa y después pidió el traslado a Coimbra. Aquí conoció a los
franciscanos que se dirigían a Marruecos, cuyas reliquias contempló después de
su martirio. Ansioso de propagar la fe entre los Musulmanes y de sufrir él
mismo el martirio, se pasó a la Orden de Hermanos Menores. No logró su intento
de dar la vida por Cristo: cayó enfermo en Marruecos, y la nave en que
regresaba a su patria fue a parar a Sicilia. Estaba destinado a desplegar su
apostolado en regiones del mediodía de Francia y en Italia, infestadas por la herejía,
y a ello se dedicó, tras un período de vida eremítica, cuando la Providencia
quiso poner de manifiesto los talentos de que le había dotado. Fue el primer
profesor de teología de la Orden. Escribió sermones llenos de ciencia,
elegancia y unción. Murió en Padua el 13 de junio de 1231. Tras su muerte, el
Señor multiplicó los milagros debidos a su intercesión. Lo canonizó Gregorio IX
en 1232 y Pío XII lo proclamó doctor de la Iglesia en 1946.
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