Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, Padre
santo y justo, porque todos nosotros no somos dignos de nombrarte, imploramos
suplicantes que nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo amado, en quien bien te
complaciste, junto con el Espíritu Santo Paráclito, te dé gracias por todos
como a ti y a él os place, él que te basta siempre para todo y por quien tantas
cosas nos hiciste (1 R 23,5).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario