Dice
san Francisco: -Bienaventurado aquel religioso que no encuentra placer y
alegría sino en las santísimas palabras y obras del Señor, y con ellas conduce
a los hombres al amor de Dios con gozo y alegría. ¡Ay de aquel religioso que se
deleita en las palabras ociosas y vanas y con ellas conduce a los hombres a la
risa! (Adm 20).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
domingo, 24 de febrero de 2013
sábado, 23 de febrero de 2013
Pensamiento Franciscano
Dice san Francisco: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de
ellos es el reino de los cielos. Hay muchos que, perseverando en oraciones
y oficios, hacen muchas abstinencias y mortificaciones corporales, pero, por
una sola palabra que les parezca injuriosa para sus cuerpos o por alguna cosa
que se les quite, escandalizados enseguida se perturban. Estos no son pobres de
espíritu, porque quien es de verdad pobre de espíritu, se tiene en menos a sí
mismo y ama a aquellos que lo golpean en la mejilla (Adm 14).
miércoles, 20 de febrero de 2013
Diario de la Fe - Miércoles, 20 de febrero de 2013
A través de toda la historia del hombre se extiende
una dura batalla contra los poderes de las tinieblas que, iniciada ya desde el
origen del mundo, durará hasta el último día , según dice el Señor. Inserto en esta lucha, el hombre debe
combatir continuamente para adherirse al bien, y no sin grandes trabajos, con
la ayuda de la gracia de Dios, es capaz de lograr la unidad en sí mismo (GS
37,2). (Nuevo Catecismo #407-409)
Reflexionemos…
martes, 19 de febrero de 2013
Diario de la Fe - 19 de febrero de 2013
El pecado original, en el que todos los hombres
nacen, es el estado de privación de la santidad y de la justicia
originales. Es un pecado
<contraído> no <cometido> por nosotros; es una condición de
nacimiento y no un acto personal. A
causa de la unidad de origen de todos los hombres, el pecado original se
transmite a los descendientes de Adán con la misma naturaleza humana, <no
por imitación sino por propagación>.
Esta transmisión es un misterio que no podemos comprender
plenamente. (Nuevo Catecismo #397-401)
Reflexionemos…
La Meditación Franciscana (V)
Por
Octaviano Schmucki, OFMCap
Frutos de la meditación
franciscana
El estímulo a obrar es
para Francisco el fruto principal de la oración. No es éste, sin embargo, su
único fruto. Las fuentes antiguas destacan también otros efectos específicos.
Así, Celano y, más tarde, san Buenaventura resaltan las sorprendentes sutilezas
del santo en penetrar e interpretar la Sagrada Escritura, no obstante carecer
de formación exegética. El Seráfico Doctor observa: «El incesante ejercicio de
la oración, unido a la continua práctica de la virtud, había conducido al varón
de Dios a tal limpidez y serenidad de mente, que -a pesar de no haber
adquirido, por adoctrinamiento humano, conocimiento de las sagradas letras-,
iluminado con los resplandores de la luz eterna, llegaba a sondear, con
admirable agudeza de entendimiento, las profundidades de las Escrituras.
Efectivamente, su ingenio, limpio de toda mancha, penetraba los más ocultos
misterios, y allí donde no alcanza la ciencia de los maestros, se adentraba el
afecto del amante» (LM 11,1).
Pensamiento Franciscano
Dice san Francisco en su Paráfrasis del
Padrenuestro: Santificado sea tu nombre: clarificada sea en nosotros tu
noticia, para que conozcamos cuál es la
anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la sublimidad de tu
majestad y la profundidad de tus juicios (ParPN 3).
lunes, 18 de febrero de 2013
Texto Completo: Homilía de la última Misa del Papa en Miércoles de Ceniza
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos un nuevo camino
cuaresmal, un camino que se extiende por cuarenta días y nos conduce a la
alegría de la Pascua del Señor, a la victoria de la vida sobre la muerte.
Siguiendo la antigua tradición romana de las
estaciones cuaresmales, nos reunimos para la celebración de la Eucaristía. La
tradición dice que la primera estación tiene lugar en la Basílica de Santa
Sabina de Aventino. Las circunstancias nos han reunido en la Basílica Vaticana.
Diario de la Fe - 18 de febrero de 2013
En la historia del hombre está presente el pecado. Esta realidad se esclarece plenamente sólo a
la luz de la divina Revelación y, sobre todo, a la luz de Cristo, el Salvador
de todos, que ha hecho que la gracia sobreabunde allí donde había abundado el
pecado. (Nuevo Catecismo #386-387)
Reflexionemos…
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