Hoy comienzan
las ferias privilegiadas de Adviento, que tienen la finalidad de prepararnos
más intensa y directamente a la Navidad. La liturgia de estos días proclama los
textos que van disponiendo más y mejor al cristiano para acoger al Hijo de Dios
hecho hombre. En particular, las Vísperas tienen un singular poder sugestivo
merced a las antífonas mayores, llamadas también de la «O», que junto al
Magníficat de cada día pasan revista a los diversos títulos de Cristo,
referentes a su naturaleza divina y humana o a su misión salvífica, y que
terminan todas instándole a que venga a poner remedio a nuestra indigencia: Oh
Sabiduría que brota de los labios del Altísimo, Pastor de la casa de Israel,
Renuevo del tronco de Jesé, Llave de David y Cetro de la casa de Israel, Sol
que naces de lo alto, Rey de las naciones, y Emmanuel, rey y legislador
nuestro.
Oración: Dios,
creador y restaurador del hombre, que has querido que tu Hijo, Palabra
eterna, se encarnase en el seno de María, siempre Virgen, escucha nuestras
súplicas, y que Cristo, tu Unigénito, hecho hombre por nosotros, se digne
hacernos partícipes de su condición divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario