San Francisco quería que, en la Navidad del
Señor, «por reverencia al Hijo de Dios, a quien esa noche la Santísima Virgen
María acostó en un pesebre entre el buey y el asno, todos aquellos que tuvieran
alguno de estos animales les dieran esa noche abundante y buen pienso;
igualmente, que todos los ricos dieran en ese día sabrosa y abundante comida a
los pobres». Y quería que en este día todo cristiano saltara de gozo en el Señor
y que, por amor de quien se nos entregó a nosotros, todos agasajaran con
largueza no sólo a los pobres, sino a los animales y a las aves (cf. EP 114).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario