Dice san
Francisco: «Como se mostró el Hijo de Dios a los santos apóstoles en carne
verdadera, así también ahora se nos muestra a nosotros en el pan sagrado. Y
como ellos, con la mirada de su carne, sólo veían la carne de él, pero,
contemplándolo con ojos espirituales, creían que él era Dios, así también
nosotros, viendo el pan y el vino con los ojos corporales, veamos y creamos
firmemente que es su santísimo cuerpo y sangre vivo y verdadero» (Adm 1,19-21).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
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