[Eques Christi: Reflexionemos en las palabras del
nuestro Seráfico Padre San Francisco al venerar las manos de un sacerdote
porque detrás de todo esto, Francisco expresa su infinita fe en la Eucaristía.
Es el misterio de la transubstanciación, el misterio de nuestra fe,
donde nos entregamos al Crucificado para recibir de El su Cuerpo y su Sangre
redentora, la misma que venció, vence y vencerá eternamente al pecado.
Hoy Jesús muere para darnos vida eterna… Reflexionemos.]
Pensamiento:
Celano, hablando de la devoción de san Francisco al
Cuerpo del Señor, dice: «Quería que se tuvieran en mucha veneración las manos
del sacerdote, a las cuales se ha concedido el poder tan divino de realizarlo.
Decía con frecuencia: Si me sucediere encontrarme al mismo tiempo con algún
santo que viene del cielo y con un sacerdote pobrecillo, me adelantaría a
presentar mis respetos al presbítero y correría a besarle las manos, y diría:
"¡Oye, San Lorenzo, espera!, porque las manos de éste tocan al Verbo de
vida y poseen algo que está por encima de lo humano"» (2 Cel 201).
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