¡Cuántas voces nuevas se levantaban ya en el siglo XIII! ¡Cómo empezaba a patinar ya el lenguaje tradicional de 1a Iglesia en el universo cultural nuevo que estaba surgiendo! ¡Cuántas debilidades de la Iglesia debían embotar la palabra del predicador! La tentación de callarse debía irse infiltrando en el corazón de no pocos creyentes...
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
martes, 31 de enero de 2012
Trabajé siempre con amor
De las cartas de San Juan Bosco
Si de verdad buscamos la auténtica felicidad de nuestros alumnos y queremos inducirlos al cumplimiento de sus obligaciones, conviene, ante todo, que nunca olvidéis que hacéis las veces de padres de nuestros amados jóvenes, por quienes trabajé siempre con amor, por quienes estudié y ejercí el ministerio sacerdotal, y no sólo yo, sino toda la Congregación salesiana.
Pensamiento Franciscano
Dice san Francisco acerca de los predicadores: --Todos los hermanos prediquen con las obras... Por eso, en la caridad que es Dios, suplico a todos mis hermanos... que se esfuercen por humillarse en todas las cosas, por no gloriarse ni gozarse en sí mismos ni ensalzarse interiormente por las palabras y obras buenas, más aún, por ningún bien, que Dios hace o dice y obra alguna vez en ellos y por medio de ellos (1 R 17,3-6).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
San Juan Bosco
Fundador de la Sociedad de San Francisco de Sales, los salesianos, y de la Congregación de Hijas de María Auxiliadora. Nació junto a Castelnuovo, en la diócesis de Turín, el año 1815. Su niñez fue dura. Ordenado sacerdote, dedicó sus energías y sus admirables dones carismáticos a la educación de los jóvenes, a los que enseñaba diversos oficios y formaba en la vida cristiana, en aquel momento histórico de la naciente industrialización y de la aparición del movimiento obrero. Escribió también algunos opúsculos en defensa de la religión. Promovió la devoción a María Auxiliadora. Destacó entre los santos de su tiempo, especialmente en el apostolado de la juventud, en el que usó y enseñó el método basado en el amor y la confianza en los jóvenes, la persuasión, la religiosidad auténtica, el amor atento a prevenir más que a reprimir. Fue terciario franciscano y muy devoto de san Francisco. Murió en Turín el 31 de enero de 1888.
Oración: Señor, tú que has suscitado en san Juan Bosco un padre y un maestro para la juventud, danos también a nosotros un celo infatigable y un amor ardiente, que nos impulse a entregarnos al bien de los hermanos y a servirte a ti en ellos con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Evangelio de Hoy
Evangelio: Marcos 5, 21-43
"¡Oyeme, niña; levántate!"
Al regresar Jesús a la otra orilla, se le aglomeró mucha gente mientras él permanecía junto al lago. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies, y le suplicaba con insistencia, diciendo: «Mi niña está agonizando; ven a poner las manos sobre ella para que sane y viva».
Jesús se fue con él. Mucha gente lo seguía y lo apretujaba. Una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con los médicos, que había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno y más bien había empeorado, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues se decía: “Si logro tocar aunque sea su manto, quedaré sana”. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y sintió que había quedado sana. Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta en medio de la gente y preguntó: «¿Quién ha tocado mi ropa?»
Sus discípulos le contestaron: «Ves que la gente te está apretujando ¿y preguntas quién te ha tocado?»
Pero él miraba alrededor a ver si descubría a la que lo había hecho. La mujer, entonces, asustada y temblorosa, sabiendo lo que le había pasado, se acercó, se postró ante él y le contó la verdad.
Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz; estás liberada de tu mal». Todavía estaba hablando cuando llegaron unos de la casa del jefe de la sinagoga diciendo: «Tu hija ha muerto; no sigas molestando al Maestro».
Pero Jesús, que oyó la noticia, dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta con que sigas creyendo». Y sólo permitió que lo acompañaran Pedro, Santiago, y Juan, el hermano de Santiago.
Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y, al ver el tumulto, unos que lloraban y otros que daban grandes gritos, entró y les dijo: «¿Por qué este tumulto y estos llantos? La niña no ha muerto; está dormida». Pero ellos se burlaban de él. Entonces Jesús echó fuera a todos, tomó consigo al padre de la niña, a la madre y a los que lo acompañaban, y entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y de dijo: «Talitha Kum» (que significa: Niña, a ti te hablo, levántate).
La niña se levantó al instante y se puso a caminar, pues tenía doce años.
Ellos se quedaron totalmente admirados. Y él les mandó con insistencia que nadie se enterara de lo sucedido, y les indicó que dieran de comer a la niña.
lunes, 30 de enero de 2012
Evangelio de Hoy
Evangelio: Marcos 5, 1-20
"Espíritu inmundo, sal de este hombre"
"Espíritu inmundo, sal de este hombre"
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó Jesús, le salió al encuentro de entre los sepulcros un hombre poseído por un espíritu impuro. Vivía entre los sepulcros y nadie podía sujetarlo ni siquiera con cadenas. Muchas veces lo habían sujetado con argollas y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado las argollas; nadie podía dominarlo. Se pasaba días y noches entre los sepulcros y por la montaña gritando y golpeándose con piedras.
Al ver a Jesús desde lejos, vino corriendo y se postró ante él, gritando con todas sus fuerzas:
«¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes».
Es que Jesús le estaba diciendo:
«Espíritu impuro, sal de este hombre».
Entonces le preguntó:
«¿Cómo te llamas?»
El le respondió:
«Legión es mi nombre, porque somos muchos».
Y le rogaba insistentemente que no los echara fuera de la región.
Había allí una gran cantidad de cerdos, que estaban buscando alimento al pie de la montaña, y los demonios rogaron a Jesús:
«Envíanos a los cerdos para entremos en ellos».
Les permitió Jesús y los espíritus impuros salieron para entrar en los cerdos, que se lanzaron al lago desde lo alto del barranco, y los cerdos, que eran unos dos mil, se ahogaron en el lago.
Los que cuidaban a los cerdos huyeron y lo contaron tanto en la ciudad como en los alrededores. La gente fue a ver lo que había sucedido. Llegaron donde estaba Jesús y, al ver que el demonio que había tenido la legión estaba sentado, vestido y en su sano juicio, se llenaron de temor. Los testigos les contaron lo ocurrido con el endemoniado y con los cerdos. Entonces comenzaron a suplicarle que se alejara de su territorio.
Al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía que lo dejara ir con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo:
«Vete a tu casa con los tuyos, y cuéntales todo lo que el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido compasión de ti».
El se fue y empezó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho con él, y todos se quedaban maravillados.
Al ver a Jesús desde lejos, vino corriendo y se postró ante él, gritando con todas sus fuerzas:
«¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes».
Es que Jesús le estaba diciendo:
«Espíritu impuro, sal de este hombre».
Entonces le preguntó:
«¿Cómo te llamas?»
El le respondió:
«Legión es mi nombre, porque somos muchos».
Y le rogaba insistentemente que no los echara fuera de la región.
Había allí una gran cantidad de cerdos, que estaban buscando alimento al pie de la montaña, y los demonios rogaron a Jesús:
«Envíanos a los cerdos para entremos en ellos».
Les permitió Jesús y los espíritus impuros salieron para entrar en los cerdos, que se lanzaron al lago desde lo alto del barranco, y los cerdos, que eran unos dos mil, se ahogaron en el lago.
Los que cuidaban a los cerdos huyeron y lo contaron tanto en la ciudad como en los alrededores. La gente fue a ver lo que había sucedido. Llegaron donde estaba Jesús y, al ver que el demonio que había tenido la legión estaba sentado, vestido y en su sano juicio, se llenaron de temor. Los testigos les contaron lo ocurrido con el endemoniado y con los cerdos. Entonces comenzaron a suplicarle que se alejara de su territorio.
Al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía que lo dejara ir con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo:
«Vete a tu casa con los tuyos, y cuéntales todo lo que el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido compasión de ti».
El se fue y empezó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho con él, y todos se quedaban maravillados.
La gracias del trabajo y el espíritu de oración (2R5)
Por Optato van Asseldonk, o.f.m.cap.
Dice san Francisco en su Regla: «Los hermanos a quienes el Señor ha dado la gracia de trabajar, trabajen fiel y devotamente, de tal suerte que, desechando la ociosidad, enemiga del alma, no apaguen el espíritu de la santa oración y devoción, al cual las demás cosas temporales deben servir» (2 R 5,12).
Este es un texto clave, tanto por su contenido como por su influencia en la historia de la Orden desde su origen hasta nuestros días, particularmente en toda verdadera reforma o renovación franciscana. Además, siempre ha sido un criterio fundamental de nuestra vida espiritual.
Pensamiento Franciscano
En su Regla, dice Francisco a sus hermanos: --Guardémonos mucho de la malicia y sutileza de Satanás, que quiere que el hombre no tenga su mente y su corazón dirigidos a Dios. Y, dando vueltas a su alrededor, desea llevarse el corazón so pretexto de alguna merced o ayuda, sofocar en su memoria la palabra y preceptos del Señor, cegar el corazón por medio de los negocios y cuidados del siglo, y habitar él allí (1 R 22,19-20).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
domingo, 29 de enero de 2012
4to. DOMINGO ORDINARIO - 29 de enero 2012
Lecturas de la Liturgia
Primera Lectura: Deuteronomio 18, 15-20
"Les daré un profeta y pondré mis palabras en su boca"
Salmo Responsorial: 94
"Señor, que no seamos sordos a tu voz."
Segunda Lectura: I Corintios 7, 32-35
"La mujer soltera se preocupa de las cosas del Señor"
Evangelio: Marcos 1, 21-28
"No enseñaba como los escribas, sino con autoridad"
Para acceder a las Lecturas presione AQUI
¿Qué hace Jesús?
Por Rubén Antonio González Medina, cmf. Obispo de Caguas
Comparto en este domingo estas hermosas
palabras de una reflexión del P. Pedro Juan Díaz, espero que te ayuden...
¿Qué hace Jesús?
"El evangelio dice que estaba enseñando
y que la gente se quedaba asombrada de cómo hablaba. Decían que hablaba con
autoridad, como nadie lo había hecho antes. Eso no quiere decir que hablara
a gritos, sino que hablaba desde la vida, poniendo ejemplos muy
concretos. En definitiva, lo que le llamaba la atención a la gente es que les
hablaba de Dios de una manera muy cercana, tan cercana que hasta la gente más
sencilla lo podía entender. Dios estaba al alcance de la mano. Dios estaba en
la vida cotidiana, entre las personas, preocupado y ocupado de nuestras cosas,
de nuestras alegrías y de nuestros problemas, y no allá en el cielo, distante y
lejano, solo accesible para los que tenían estudios y podían leer y profundizar
la Palabra de Dios. Jesús estaba acercando la Buena Noticia del evangelio a la
gente más sencilla, a los más pobres. Y la gente lo entendía y lo acogía con
alegría".
Jesús quiere acercar a Dios a las personas
sencillas.
"Por eso usa un lenguaje sencillo,
para que la gente más humilde le pueda entender y puedan reconocer que en Él
está Dios. Un Dios que viene a decirles que está de su parte, que ama a todas
las personas, porque todos somos sus hijos e hijas, pero especialmente a los
más pobres y desfavorecidos. Que no quiere más injusticias, ni más abusos hacia
los pobres. Y que ha enviado a su hijo Jesús como el Mesías esperado, para que anuncie
el Reino de Dios y la Buena Noticia. Jesús es esa Buena Noticia de parte de
Dios."
P. Rubén A. González Medina, c.m.f.
Obispo de la Diócesis de Caguas
San Francisco, maestro de oración y contemplación
Por Optato van Asseldonk, o.f.m.cap.
Ciertamente, a Francisco no le habría gustado este título. Para él, Jesucristo es el único «Maestro» y, por consiguiente, sólo a Él le corresponde tal apelativo. Además, la palabra «contemplación» no aparece en los escritos del Santo, y la expresión «oración» y «orar» se repite en ellos 32 veces, número más bien exiguo si lo comparamos, por ejemplo, con las 74 veces que figura «amor-caridad, amar», o, más aún, las casi 200 que encontramos «obrar, obras, operación, hacer».
Pensamiento Franciscano
San Francisco decía y repetía a sus hermanos: «Tanto sabe el hombre cuanto obra; y tanto sabe orar un religioso, cuanto practica». Cómo si dijera: Al buen árbol no se le conoce sino por sus frutos (LP 105).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
sábado, 28 de enero de 2012
En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes
De las conferencias de Santo Tomás de Aquino
¿Era necesario que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Lo era, ciertamente, y por dos razones fáciles de deducir: la una, para remediar nuestros pecados; la otra, para darnos ejemplo de cómo hemos de obrar.
Santo Tomás de Aquino
(Benedicto XVI. Ángelus del 28 de enero de 2007)
Queridos hermanos y hermanas:
El calendario litúrgico recuerda hoy a santo Tomás de Aquino, gran doctor de la Iglesia. Con su carisma de filósofo y de teólogo, ofrece un valioso modelo de armonía entre razón y fe, dimensiones del espíritu humano que se realizan plenamente en el encuentro y en el diálogo entre sí. Según el pensamiento de santo Tomás, la razón humana, por decirlo así, «respira», o sea, se mueve en un horizonte amplio, abierto, donde puede expresar lo mejor de sí. En cambio, cuando el hombre se reduce a pensar solamente en objetos materiales y experimentables y se cierra a los grandes interrogantes sobre la vida, sobre sí mismo y sobre Dios, se empobrece. La relación entre fe y razón constituye un serio desafío para la cultura actualmente dominante en el mundo occidental y, precisamente por eso, el amado Juan Pablo II quiso dedicarle una encíclica, titulada justamente Fides et ratio, «Fe y razón». También yo volví a abordar recientemente este tema en el discurso que pronuncié en la Universidad de Ratisbona.
Pensamiento Franciscano
Dice el Apóstol: La letra mata, pero el espíritu vivifica. Y comenta san Francisco: --Son matados por la letra aquellos que únicamente desean saber las palabras, para ser tenidos por más sabios y poder adquirir grandes riquezas. Y son vivificados por el espíritu de la divina letra aquellos que no se la apropian, sino que, con la palabra y el ejemplo, la devuelven al altísimo Señor Dios, de quien es todo bien (cf. Adm 7).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
Santo Tomás de Aquino
Doctor de la Iglesia con el título de Doctor Angélico. Nació alrededor del año 1225, hijo de los condes de Aquino, en Roccasecca (Italia). Estudió en el monasterio de Montecasino y más tarde en Nápoles, donde conoció a los dominicos e ingresó en su Orden. Completó sus estudios en Colonia bajo la dirección de san Alberto Magno. Ya ordenado de sacerdote, marchó a la Universidad de París. Escribió muchas obras de filosofía y teología y ejerció también el profesorado, contribuyendo grandemente al desarrollo y sistematización de las ciencias eclesiásticas en su Orden y en la Iglesia.
Su obra más conocida es la Suma Teológica. Decía: «Más he aprendido orando ante el crucifijo que de los libros». Después residió, como teólogo y maestro, en Nápoles, en Orvieto junto al Papa, en Roma, en París y una vez más en Nápoles. Cuando se dirigía al Concilio de Lyon, al que había sido invitado por el Papa, murió en Fossanova el 7 de marzo de 1274. Su fiesta se celebra el 28 de enero, día en que su cuerpo fue trasladado a Toulouse en 1369.
Oración: Oh Dios, que hiciste de santo Tomás de Aquino un varón preclaro por su anhelo de santidad y por su dedicación a las ciencias sagradas, concédenos entender lo que él enseñó e imitar el ejemplo que nos dejó en su vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
viernes, 27 de enero de 2012
Evangelio de Hoy
Evangelio: Marcos 4, 26-34
"El hombre siembra
su campo, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece"
En aquel tiempo decía
Jesús a la gente:
«Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con el grano
que un hombre echa en la tierra. No importa que él esté dormido o despierto,
que sea de día o de noche. El grano germina y crece, sin que él sepa cómo. La
tierra da fruto por sí misma: primero un tallo, luego la espiga, después el
trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto está a punto, en seguida se
corta con la hoz, porque ha llegado la cosecha»
Dijo también:
«¿Con qué comparemos el
Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo expondremos? Sucede con él lo que con un
grano de mostaza. Cuando se siembra en la tierra, es el más pequeña de todas las
semillas. Pero, una vez sembrada, crece, se hace la mayor de todas las
hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a
su sombra».
Con muchas parábolas como
éstas Jesús les anunciaba el mensaje, adaptándose a su capacidad de entender.
No les decía nada sin parábolas. A sus discípulos, sin embargo, les explicaba
todo en privado.
El Dios de San Francisco
Por Sebastián López, o.f.m.
Quisiéramos sugerir y señalar aquí la trascendencia y el eco que pudo tener en el tiempo y en la Iglesia que le tocó vivir a Francisco su visión, vivencia y praxis sobre el Dios revelado en y por Jesucristo. Me parece que podemos afirmar lo siguiente:
Francisco sensibilizó a su tiempo al recordarle, más con el ejemplo que con la palabra, que el Dios cuyo nombre nos ha manifestado nuestro hermano Jesucristo:
Pensamiento Franciscano
San Francisco manda en su Regla: --Dondequiera que estén o se encuentren los hermanos, muéstrense familiares mutuamente entre sí. Y confiadamente manifieste el uno al otro su necesidad, porque, si la madre cuida y ama a su hijo carnal, ¿cuánto más amorosamente debe cada uno amar y cuidar a su hermano espiritual? (2 R 6,7-8).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
jueves, 26 de enero de 2012
Vocación de Francisco al apostolado
Discurso de Juan Pablo II a los sacerdotes (Asís, 12 de marzo de 1982)
Un día, volviendo Francisco de Roma, se puso a dialogar con sus compañeros sobre si debería retirarse a la soledad y aislamiento para contemplar y orar, o si más bien debería «pasar la vida en medio de la gente» para predicar el Evangelio y salvar a los hermanos con apostolado directo. Tras haber orado, halló enseguida la respuesta, y fue una nueva opción en coincidencia perfecta con la fundamental del seguimiento de Cristo (cf. LM 4,1-2). Como Él había recorrido los pueblos de Palestina invitando a la penitencia y anunciando el Evangelio del reino (Mc 1,14-15), igualmente harían Francisco y sus frailes desarrollando un ministerio itinerante de contactos, palabras y testimonio en la sociedad de su tiempo. En una época de crisis generalizada por las grandes transformaciones que ya desde el año mil se habían verificado en las varias naciones de Europa y que no podían dejar de interesar a la Iglesia, la decisión bien pensada del Pobrecillo de Asís supuso una aportación determinante en la recuperación religioso-moral tan deseada. Él y sus discípulos trabajaron denodadamente para hacer volver a Cristo a la sociedad, y lo realizaron no en oposición y polémica con la autoridad legítima de la Iglesia (como algunas sectas heréticas de su tiempo), sino en obediencia y cumplimiento perfecto de un mandato apostólico (cf. 1 R 17; 2 R 9).
Pensamiento Franciscano
Dice san Francisco en la Regla: --Todos mis hermanos pueden anunciar esta exhortación y alabanza, entre cualesquiera hombres, con la bendición de Dios: Temed y honrad, alabad y bendecid, dad gracias y adorad al Señor Dios omnipotente en Trinidad y Unidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo, creador de todas las cosas (1 R 21,1-2).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
miércoles, 25 de enero de 2012
Evangelio de Hoy
Evangelio: Marcos 16, 15-18
"Vayan al
mundo y proclamen el Evangelio"
En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once, y les
dijo:
«Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda criatura.
El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará. A los
que crean, les acompañarán estas señales: arrojarán demonios en mi nombre,
hablarán en lenguas nuevas, cogerán serpientes con sus manos, y, aunque beban
un veneno, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos
sanarán».
La Conversión del Apóstol San Pablo
Saulo de Tarso, fariseo fanático, discípulo de Gamaliel, fue desde muy joven perseguidor de la Iglesia naciente. Pero, cuando iba camino de Damasco para traerse presos a Jerusalén a los cristianos, se le apareció Cristo, lo derribó del caballo y le dijo: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Saulo acabó respondiendo: «¿Señor, qué quieres que haga?» Entró en Damasco y allí lo bautizó Ananías. Ya convertido, volvió a Jerusalén para conocer a Pedro y luego marchó a Tarso, donde permaneció hasta que Bernabé fue a buscarlo y lo integró en la comunidad de Antioquía. Algún tiempo después comenzó su carrera de Apóstol de las Gentes.
Oración: Señor, Dios nuestro, tú que has instruido a todos los pueblos con la predicación del apóstol san Pablo, concede a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti, siguiendo su ejemplo, y ser ante el mundo testigos de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
La Conversión de Francisco a Cristo
Por Pierre B. Beguin, o.f.m.
El joven Francisco estaba «ansioso de gloria», y Dios se sirvió de esa inclinación natural suya para atraerlo y hacerlo pasar de la sed de vanagloria a la ambición de la verdadera gloria (TC 5). Sin duda alguna, Francisco tomó parte en las luchas de Asís por conquistar sus libertades comunales (1198), y, más tarde, en las de la burguesía por asegurar su preponderancia en la ciudad (1200). En los dos casos Francisco compartió sus triunfos. Pero su primer alistamiento militar, en la guerra entre Asís y Perusa, se saldó con un fracaso estrepitoso y un año de prisión en manos del enemigo (TC 4).
Pensamiento Franciscano
Oíd, señores hijos y hermanos míos -escribe Francisco a sus frailes-, y prestad oídos a mis palabras: Confesad al Hijo de Dios, porque es bueno, y ensalzadlo en vuestras obras; pues por esa razón os ha enviado al mundo entero, para que de palabra y de obra deis testimonio de su voz y hagáis saber a todos que no hay omnipotente sino él (CtaO 5-9).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
martes, 24 de enero de 2012
Evangelio de Hoy
Evangelio:
Marcos 3, 31-35
"El que cumple la voluntad de
Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre"
En
aquel tiempo, llegaron a donde estaba Jesús, su madre y sus parientes; se
quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a él estaba sentada una multitud,
cuando le dijeron:
«Allí fuera están tu madre y tus hermanos, que te
buscan».
El les respondió:
«¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?»
Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios,
ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».
San Francisco de Asís – Utopía y Realismo (Parte II)
por
Javier Garrido, o.f.m.
Un
talante humanista
Dentro
de la hagiografía, Francisco no sólo inspira a creyentes, sino también a
humanistas ateos. Se debe a la exaltación de su figura por parte del pensamiento
romántico del siglo pasado, el XIX. Le tocó vivir en la primera alborada del
humanismo, en las primeras conquistas de las libertades individuales. Y de
hecho, los movimientos que nacieron de él, instituciones religiosas y seglares,
llamaron la atención por su ideal de fraternidad e igualdad.
Sin
embargo, jamás tuvo conciencia de reformador social.
Su
humanismo bebía de aquel instinto suyo para actualizar el fermento vivo del
evangelio. Basta leer atentamente (habría que cantarlo, como él, en éxtasis de
adoración) su incomparable Cántico del hermano Sol para comprender de un
golpe la fuente de su humanismo: la reconciliación cósmica soñada por Israel,
inaugurada por Jesús al proclamar la paternidad universal de Dios, presente en
el corazón por la fuerza del Espíritu Santo. Ya su primer biógrafo, Celano,
apunta certeramente: «A todas las criaturas las llamaba hermanas, pues había
llegado a la gloriosa libertad de los hijos de Dios».
En
momentos históricos como el presente, en que el hombre siente deteriorarse todo
valor humano, e incluso los fundamentos naturales de nuestra existencia, es
normal que Francisco sea reivindicado por ecologistas, militantes cristianos y
líderes de distintas ideologías religiosas. Todos sentimos lo mismo: el hombre
se salvará si, como Francisco, vuelve al espíritu de las bienaventuranzas, a la
sencillez y pureza de corazón, a creer en la fuerza transformadora del amor.
Utopía
y realismo
Como
vemos, la espiritualidad franciscana se confunde con el carisma de un hombre
que sigue ofreciendo a la Iglesia y al mundo la transparencia de una utopía,
que a casi todos nosotros nos parece eso, una utopía inalcanzable, y a él, no,
sino el don incomprensible de la nueva creación, el Reino. ¿Por qué? Porque fue
un pobre de Dios, un pequeño del Reino. Desde entonces le llamamos el
«poverello».
Y
desde entonces, gracias a él, el creyente reconoce en el evangelio la utopía
que dinamiza la historia. Es verdad que a veces confundimos la fuerza de la fe
con las fantasías de nuestros deseos; pero Francisco nos ha ayudado a confiar
en la bondad original del ser por encima de nuestros maniqueísmos. Es verdad
que tendemos a proyectar en su figura la ilusión de nuestros sueños frustrados;
pero él nos ha enseñado a esperar contra toda esperanza, y ¿cómo podríamos
vivir si la vida humana no fuese la aventura del Absoluto?
Es
verdad que, en este sentido, Francisco es peligroso; provoca lo mejor de
nosotros mismos. Ciertamente, no es un realista, incluso habría que decir que
su espiritualidad apenas si tiene en cuenta la complejidad del proceso de la
conversión (compárese, por ejemplo, con los Ejercicios de san Ignacio de
Loyola). Y, sin embargo, lo preferimos así: radical y hasta ingenuo, profeta
arrebatado por el amor incontenible y humilde hasta el barro. ¿Cómo pudo hacer
semejante síntesis? Por eso, más que un sistema de espiritualidad, lo que él
nos dejó fue su presencia, el élan tan personal de su modo de ser
cristiano.
La devoción se ha de ejercitar de diversas maneras
De
la "Introducción a la vida devota"
de san Francisco de Sales
En
la misma creación, Dios creador mandó a las plantas que diera cada una fruto
según su propia especie: así también mandó a los cristianos, que son como las
plantas de su Iglesia viva, que cada uno diera un fruto de devoción conforme a
su calidad, estado y vocación.
La
devoción, insisto, se ha de ejercitar de diversas maneras, según que se trate
de una persona noble o de un obrero, de un criado o de un príncipe, de una
viuda o de una joven soltera, o bien de una mujer casada. Más aún: la devoción
se ha de practicar de un modo acomodado a las fuerzas, negocios y ocupaciones
particulares de cada uno.
Pensamiento Franciscano
Dice san Francisco a sus hermanos en la Regla: --Deben evitar airarse y conturbarse por el pecado de alguno de los hermanos, porque la ira y la conturbación impiden en sí mismos y en los otros la caridad (2 R 7,3).
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
San Francisco de Sales
Obispo y doctor de la Iglesia, patrono de los periodistas. Hijo del marqués de Sales, nació en el castillo de Thorens (Saboya, Francia) el año 1566. Recibió una educación esmerada y se doctoró "in utroque iure" en Padua. Ordenado de sacerdote, trabajó intensamente por la renovación de la fe católica en su patria. Nombrado obispo de Ginebra, actuó como un verdadero pastor para con el clero y los fieles, tratando a todos con su proverbial dulzura, instruyéndolos en la fe con su palabra y sus escritos. Recondujo a la comunión católica a muchos, calvinistas y otros, que se habían separado de ella. En sus obras ascético-místicas propone una santidad fundada por entero en el amor de Dios, y accesible a todas las condiciones sociales. Fundó con santa Juana de Chantal la Orden de la Visitación. Murió en Lyón el 28 de diciembre de 1622, y el 24 de enero siguiente fue definitivamente sepultado en Annecy (Saboya).
Oración: Señor, Dios nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Fuente: Directorio Franciscano - Año Cristiano Franciscano
lunes, 23 de enero de 2012
Evangelio de Hoy
Evangelio:
Marcos 3, 22-30
"Satanás
ha sido derrotado"
En
aquel tiempo, los escribas que habían venido de Jerusalén, decían:
«Tiene
dentro a Belzebú»
Y añadían:
«Con el poder del príncipe de los demonios expulsa
a los demonios».
Jesús los llamó y les puso estas comparaciones:
«¿Como puede
Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese
reino no puede permanecer. Si una familia está dividida contra sí misma, esa
familia no puede permanecer. Si Satanás se ha rebelado contra sí mismo y está
dividido, no puede permanecer, sino que está llegando a su fin. Nadie puede
entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no ata
al fuerte; sólo entonces podrá saquear su casa.
Les aseguro que todo se les
podrá perdonar a los hombres, los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero
el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás; será
considerado culpable para siempre».
Decía esto porque lo acusaban por estar
poseído por un espíritu inmundo.
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