Por Rubén Antonio González Medina, cmf. Obispo de Caguas
El Próximo Miércoles comienza la Cuaresma
y el Santo Padre nos ha enviado un hermoso mensaje que te invito a leer
detenidamente lleva como Título: Fijémonos los unos en los otros para estímulo
de la caridad y las buenas obras" (Hb 10, 24).
En el mensaje entre otras cosas él
afirma que no debemos callar ante el mal, que debemos combatirlo
"con espíritu de mansedumbre" y mediante "la corrección
fraterna". Pues es deber de todos denunciar y enfrentar los hechos
violentos y de odio que hieren a la sociedad en cualquier latitud del planeta.
Pienso aquí en la actitud de aquellos cristianos que, por respeto humano o por
simple comodidad, se adecuan a la mentalidad común, en lugar de poner en guardia
a sus hermanos acerca de los modos de pensar y de actuar que contradicen la
verdad y no siguen el camino del bien. Sin embargo, nos dice el Papa, lo que
anima la corrección cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve
es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el
bien del ser hermano".
Por eso en su mensaje el Santo Padre
exhorta a quienes han errado el camino y optado por la violencia y el crimen a
reencontrarse con Dios, pues el anhelo de todos los cristianos es construir una
comunidad fraterna, con una vida apegada al Evangelio. "Es un gran
servicio ayudar y dejarse ayudar a leer con verdad dentro de uno mismo, para
mejorar nuestra vida y caminar cada vez más rectamente por los caminos del
Señor. Siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y
reconozca, que discierna y perdone, como ha hecho y hace Dios con cada uno de
nosotros".
El Papa señala que en medio de un mundo
que suele ser indiferente o desinteresado para con los demás, es necesario
"fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los
unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los
hermanos. También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada
uno de nosotros a hacernos cargo del otro." Hoy Dios nos sigue pidiendo
que seamos "guardianes de nuestros hermanos", como dice el Génesis, y
"que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado recíproco, por la
atención al bien del otro y a todo su bien".
No debemos olvidar que la Cuaresma es un
tiempo para reflexionar sobre la caridad. "Es un tiempo propicio para que,
con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos renovemos nuestro
camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario
marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de
vivir la alegría pascual. Ante un mundo que exige de los cristianos un
testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor, todos han de sentir la urgencia
de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras. Esta
llamada es intensa en el tiempo santo de
preparación a la Pascua".
¡Que las sabias palabras del Papa
Benedicto, nos guíen durante esta Cuaresma a prepararnos bien, para la Santa
Pascua!
P. Rubén A. González Medina, c.m.f.
P. Rubén A. González Medina, c.m.f.
Obispo de la Diócesis de Caguas
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