domingo, 19 de febrero de 2012

Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras" (Hb 10, 24).


Por Rubén Antonio González Medina, cmf. Obispo de Caguas

El Próximo Miércoles comienza la Cuaresma y el Santo Padre nos ha enviado un hermoso mensaje que te invito a leer detenidamente lleva como Título: Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras" (Hb 10, 24).

En  el mensaje entre otras cosas él  afirma que no debemos callar ante el mal,  que debemos combatirlo "con espíritu de mansedumbre" y mediante "la corrección fraterna".  Pues es deber de todos denunciar y enfrentar los hechos violentos y de odio que hieren a la sociedad en cualquier latitud del planeta. Pienso aquí en la actitud de aquellos cristianos que, por respeto humano o por simple comodidad, se adecuan a la mentalidad común, en lugar de poner en guardia a sus hermanos acerca de los modos de pensar y de actuar que contradicen la verdad y no siguen el camino del bien. Sin embargo, nos dice el Papa, lo que anima la corrección cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el bien del ser hermano".

Por eso en su mensaje el Santo Padre exhorta a quienes han errado el camino y optado por la violencia y el crimen a reencontrarse con Dios, pues el anhelo de todos los cristianos es construir una comunidad fraterna, con una vida apegada al Evangelio. "Es un gran servicio ayudar y dejarse ayudar a leer con verdad dentro de uno mismo, para mejorar nuestra vida y caminar cada vez más rectamente por los caminos del Señor. Siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y reconozca, que discierna y perdone, como ha hecho y hace Dios con cada uno de nosotros".

El Papa señala que en medio de un mundo que suele ser indiferente o desinteresado para con los demás, es necesario "fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos. También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro." Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos "guardianes de nuestros hermanos", como dice el Génesis, y "que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado recíproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien".

No debemos olvidar que la Cuaresma es un tiempo para reflexionar sobre la caridad. "Es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual. Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor, todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras. Esta llamada es intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua".

¡Que las sabias palabras del Papa Benedicto, nos guíen durante esta Cuaresma a prepararnos bien, para la Santa Pascua!


P. Rubén A. González Medina, c.m.f.
Obispo de la Diócesis de Caguas

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