sábado, 25 de febrero de 2012

Pensamiento Franciscano

«Los judíos, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado..., pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua» (Jn 19,31-34).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario