De las Admoniciones de
san Francisco: «No he venido a ser servido, sino a servir, dice el
Señor. Aquellos que han sido constituidos sobre los otros, gloríense de esa
prelacía tanto, cuanto si hubiesen sido destinados al oficio de lavar los pies
a los hermanos. Y cuanto más se turban por la pérdida de la prelacía que por la
pérdida del oficio de lavar los pies, tanto más acumulan en la bolsa para
peligro de su alma (cf. Jn 12,6)» (Adm 4).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
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