Apóstol y evangelista. Nacido en Cafarnaún, era de
profesión publicano o recaudador de impuestos cuando Jesús lo llamó. Escribió
en arameo el primero de los evangelios, que relata así su vocación. Vio Jesús a
un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo,
muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus
discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que
vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No
tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Que no he venido a
llamar a los justos, sino a los pecadores». Y a partir de entonces el nombre de
Mateo figura entre los Doce elegidos por el Señor. En su evangelio proclama
principalmente que Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán, llevó a plenitud
el Antiguo Testamento. Por lo demás, poco sabemos de su actividad apostólica y
de las circunstancias de su martirio. Se dice que predicó en el Oriente.
Oración: Oh Dios, que en tu infinita misericordia te dignaste elegir a san
Mateo para convertirlo de publicano en apóstol, concédenos que, fortalecidos
con su ejemplo y su intercesión, podamos seguirte siempre y permanecer unidos a
ti con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario