De
la "Leyenda de los tres compañeros": «Un día en que Francisco
invocaba con más fervor la misericordia de Dios, le manifestó el Señor que en
breve se le diría lo que había de hacer... A los pocos días, cuando se paseaba
junto a la iglesia de San Damián, percibió en espíritu que le decían que
entrara a orar en ella. Luego que entró se puso a orar fervorosamente ante una
imagen del Crucificado, que piadosa y benignamente le habló así:
"Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y repárala".
Y él, con gran temblor y estupor, contestó: "De muy buena gana lo haré,
Señor"» (TC 13).
"La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres. Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio."
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario